Era un domingo lluvioso, bajó la temperatura, quizás lo más parecido a un invierno en el Caribe. Preparaba mi agenda de la semana, hice una pausa mientras observaba la lluvia, el viento fuerte y mientras tanto me llegaban a la mente un sin fin de palabras, me preguntaba: ¿esto es todo? ¿será el trabajo correcto? ¿aquí es dónde quiero vivir?
Esas frases aterrizaron con la misma fuerza de un huracán, venían desde la incertidumbre, del miedo, de la no esencia, y entendí; no tenía un porqué más allá de salir de viaje y vivir mejor, faltaba algo*
Pensaba que debía encontrar un objetivo por qué vivir, pero estaba equivocada, en realidad sólo tenía que buscar dentro de mi corazón objetivos diarios, y tener acciones congruentes a ello, metas y sueños más grandes.
La vida debe basarse en pilares básicos, hacer algo por alguien, ayudar, aportar, aprender, crecer, desarrollarnos, debemos sentir que lo que sea que estés haciendo te haga mejor ser humano, y le cambies la vida a alguien o simplemente sea por el más alto bien.
Nada nos une más como seres humanos que la fe, confiar que las cosas estarán bien muy a pesar de todo, y no solo creer, sino también tomar decisiones correctas para que así sea.
Desde ese día me pregunto al finalizar mi jornada ¿A quien hiciste sonreír hoy? ¿Qué regalaste? ¿Que le aportas al mundo? A veces nada, otros días mucho, muy a menudo me sorprendo…tampoco importa la cantidad, la calidad de tu bondad tiene más peso.
La paz que emana de una buena y transparente actitud viene desde lo más profundo, es el mejor alimento al alma, inténtalo, verás que bien se siente.
Te deseo a ti que me lees, que éste 2020 encuentres eso que hace latir más fuerte tu corazón y vayas por él.
Ojalá y te enamores tan profundamente que sientas mariposas en tu estómago, ojalá y trabajes en aquello que te apasiona, que te atrape el amanecer mirando el mar, que la lluvia y el frío te sorprendan mientras disfrutas un cremoso chocolate… que te llegue lo que buscas, y si te encuentras en el extremo, donde las cosas no son lo que esperas, tengas la humildad para agradecer ese momento presente, en el que todo va mal pero sabes que va a cambiar y si estás ahí es para aprender.
Cuida esos pensamientos, la calidad va a determinar tu evolución.Explora, experimenta, vibra lo mejor que puedas y te vas a rodear de gente extraordinaria, los días serán más bonitos.
Puede que sea doloroso crecer y salir de la zona de confort, siempre es incómodo, pero es exactamente lo que necesitas para evolucionar.
Y recuerda, si no estás dispuesto no va a pasar, pero si lo quieres y no sabes por dónde empezar, podría ser un buen comienzo si eliminas las cosas que ya no te sirven, incluye en ella la mala actitud, la suciedad, la desorganización, la adicción al drama, los falsos amigos, el quejarte siempre, el no crecer, y sobre todo no hacerte responsable, creyendo que cada cosa que te sucede en la vida tenga un culpable, pero eres tú, así lo creaste.
Disuelve las barreras entre tú y la divinidad, somos uno, vibremos bien, recuerda: biológicamente estamos cableados para ser feliz, pero le dedicas tanto tiempo a la infelicidad que lo olvidamos.
Y por último te diría…
¡Feliz 2020!